En términos generales, podría decirse que, el Branding es el trabajo de posicionamiento que una marca tiene detrás con el fin de ser reconocida, no solo en la mente sino también en los corazones de los consumidores o de los emisarios de esta. Pero antes de adentrarnos en el mundo del Branding, hablemos un copo del concepto de la marca.

Claramente la marca tiene que partir de un producto o un servicio que se ofrece, pero ello no se agota allí, dado que una marca en definitiva es un conjunto de múltiples acciones que decantan en una identidad propia de ese producto o servicio, dado que, en ella convergen múltiples disciplinas que logran esta identidad, tales como; un logotipo, un nombre, las características, los beneficios y los tonos diferenciadores entre otros.

El proceso de creación de la identidad de las marcas es individual para cada marca, otro aspecto para tener en cuenta es que, los receptores de la marca también individualizan la percepción de esta dándole un enfoque personal, creándose su propia imagen y tomando una perspectiva en la que convergen sus emociones, sus necesidades e indudablemente la satisfacción del producto o servicio frente a dichos aspectos. Esta perspectiva siempre se basará en los contextos sociales, culturales y económicos de cada individuo y, especialmente, en su experiencia con la marca.

Y es en este punto especifico donde la estrategia de branding es esencial. Dado que es fundamental diferenciarse de la competencia y ello solo se hace compitiendo con calidad, brindando una experiencia a quien adquiere tus productos o servicios, siendo coherente con lo que prometes y lo que entregas y muy pero muy importante la renovación constante.

Solo echa un vistazo a tu alrededor y te darás cuenta de que, quien no se reinventó en el tiempo hoy sencillamente no existe como marca, servicio o producto.

No importa como se realice la promoción de una marca o el canal por el cual se publicite, las marcas necesitan un conjunto de valores, un propósito que guíe todas sus acciones, desde el diseño de su producto hasta su más ínfimo detalle. Cuando esto está bien hecho, el consumidor lo siente y tu empresa, producto o servicio se convierte en un líder del mercado.

Hasta aquí todo esta claro, pero tu tarea es primordialmente identificar, conocer y comprender cual es la personalidad de tu empresa, ello es tomar esa personalidad, unificar su conjunto de valores y establecer la forma de comunicarse, pero en este punto también se hace imperante el conocer quien es el grupo o segmento al que tu marca va dirigida, ello es conocer e identificar sus potenciales clientes; pasando desde las edades, el género y el contorno socio económico entre otros y con estos puntos claros créenos que sabrás como comunicarte y no solo como hacerlo, esta comunicación tiene todo para ser efectiva.

Lo único que lograras al final del día cuando esta tarea se encuentre realizada en su totalidad y en forma correcta es una marca con una identidad fuerte y coherente.