El Caso Blockbuster, Importancia De Reinventar Tu Publicidad Y Negocio
Con el paso del tiempo llego la tecnología y con ello la era digital se abrió camino a pasos agigantados, reestructurando toda publicidad que encontró a su paso
Netflix, cuando era solo una startup, se ofreció a ser comprado del imperio BlockBuster. Sin embargo, este no tomó la oferta dado que indicó que esta adquisición no representaba ningún beneficio para ellos
El alquiler de películas en físico fue una forma de negocio muy apetecida que marcó la época de los 80 y los 90, no se puede negar que ello tenía su encanto, dado que podías pasar un largo tiempo de la tarde del viernes en el alquiler de películas eligiendo cual te llevarías a casa, el hecho de tener los tacos físicos y poder tomar una elección era parte del plan, pero era un plan propio de una época donde hasta se podía “disfrutar” de hacer una fila en un banco, la digitalización no existía y la comodidad de la inmediatez que hoy por hoy nos tiene absolutamente sumergimos no tenía ni un arribo de asomo.
En el año de 1985 BlockBuster abre sus puertas como tienda de alquiler de películas en Dallas Estados Unidos, con un éxito arrasador, puesto que como ya se dijo, el negocio de alquiler de películas era bastante frecuente.
Para el año de 1987 BlockBuster ya contaba con 17 tiendas de alquiler de películas en su país de origen y años más tarde llego a muchos otros países con el mismo éxito, tanto así que el valor por el cual podías rentar una película en BlockBuster era mucho más alto que en las demás tiendas, pero con eso y todo, la gente lo prefería. Lo cual indicaba que su negocio era tan sólido que, aunque su costo era mucho más alto sus clientes lo preferían, lo cual denotaba un gran trabajo de recordación de marca.
Para el año de 1994 BlockBuster fue adquirida por 8.4 billones de dólares por Viacom Inc, uno de los principales grupos de entretenimiento a nivel mundial. Dado que, para ese momento BlockBuster, contaba con una de los más amplios y completos catalogo que un negocio de su giro comercial podía tener, también para Estados Unidos, contaba con un novedoso sistema de devoluciones: el usuario ya no tenía que esperar largas colas.
Se le proporcionaba un buzón en el que podía depositar la película que había alquilado y con una posterior revisión, mediante un lector de código de barras se hacía el resto; detectando si la devolución se había llevado a cabo dentro del plazo estipulado, hacia además millonarias inversiones en publicidad, y con ello lograban atraer y mantener a su público, pues todos querían hacer parte de la marca.
Publicidad en Era Digital
Pero con el paso del tiempo llego la tecnología y con ello la era digital se abrió camino a pasos agigantados, reestructurando todo lo que encontró a su paso, dado que, se cambió hasta la forma de trabajar en todos los sentidos tanto así que marco la historia de la humanidad y le dio un giro total, al punto que, hoy o por hoy podemos decir que muy pocas cosas se hacen como se hacían hace 40 años.
La era digital exigió que cada uno de los sectores e industrias se reinventaran, dado que hasta la forma de alimentarse cambio.
Hoy en día, 40 años después con conocimiento de causa puede decirse que, quien no se montó en el tren de la digitalización dejo de existir, y eso fue lo que precisamente le sucedió al elefante blanco, al imperio del alquiler de películas BlockBuster, quien no se reestructuro o por decirlo de alguna manera no se adaptó al cambio; cerrándose en su política de:
¿Por qué se va a cambiar algo que está funcionando bien? O ¿No es necesario todo lo que tiene que ver con la digitalización? O ¿quién no va a querer ir a la tienda y tomar en sus manos el taco de la película y hacer una elección en físico? Y mientras estas políticas se arraigaron de su forma de negocio.
El internet, sus múltiples plataformas y la comodidad de la inmediatez, que se traducen en el ya y el ahora reestructuraron el chip de todas y cada una las personas a nivel mundial.
Dando paso a la era digital tal cual la conocemos hoy por hoy, acortando distancias y uniendo al mundo, generando en sus consumidores instantaneidad de los sucesos, y generando en sus conciencias dependencia total y absoluta al internet.
El Internet creó una nueva forma de ver películas, en sus inicios se podían descargar o se podían ver vía streaming. BlockBuster pudo modificar su propuesta de negocio y empezar a incurrir en el mercado de la TV por demanda; No obstante, optó por mantenerse en su zona de confort e invirtió en mejorar los productos ofrecidos por sus tiendas y en incluir nuevas mecánicas para sus tiendas.
Tanto así que Netflix, cuando era solo una startup, se ofreció a ser comprado del imperio BlockBuster. Sin embargo, este no tomó la oferta dado que indicó que esta adquisición no representaba ningún beneficio para ellos y que el modelo de tiendas era altamente rentable a comparación del modelo de la televisión por demanda.
Y ante esta negativa y resistencia a hacer parte de la digitalización firmo su carta de sentencia, tres dedos de frente indican que hubiese podido ser una gran plataforma digital de entretenimiento, solo tenían que reinventarse y seguir haciendo lo que sabían hacer, rentando películas, pero de manera digital.
Pero su descenso fue inminente, BlockBuster mantuvo sus tiendas y su modelo de negocio esperando continuar con el éxito del cual disfrutaba en los años 80 y 90 y tal como una vela que se extingue se vio irremediablemente desplazado por el modelo propuesto por Netflix, ya que era más cómodo pagar una cantidad mensual y ver todas las películas que se deseen en cualquier momento, ello se determina como: “consumir contenido a la carta”, que viajar hasta la tienda más cercana y rentar una sola película y luego tener que gestionar su retorno.
Como si ello no fuera suficiente los costos operativos, de personal y locales generaron que en el 2010 BlockBuster se declara en bancarrota y tuviera que cerrar todas sus tiendas.
A manera de resumen entonces témenos una mezcla explosiva de un modelo de negocio exitoso que se resistió al cambio y demasiadas trabas para un usuario que ya notaba que ese modelo de negocio estaba obsoleto, situaciones tales como:
- Usuarios que acudían a su Blockbuster más cercano y al llegar la película que querían ver no estaba disponible
- Pocas copias del film de moda. ¿Había merecido la pena desplazarse hasta allí?
- En otros casos ni siquiera encontraban la película de su actor favorito, sencillamente no estaba
- El valor del alquiler subía y subía y el beneficio se convirtió en insipiente
Así las cosas, los resultados son conocidos por todos, hoy día podría decirse que Netflix lidera el mercado, convirtiéndose en una de las mayores plataformas de contenidos en streaming del mundo, incluso, han creado una productora propia. De aquí se desprende que entender al usuario, comprender la evolución de los paradigmas y, al mismo tiempo, llevar a cabo un plan de negocio acorde con los tiempos que corren, es vital si se quiere continuar vigente en el mercado.