Uno de los ejemplos más simples y útiles a la hora de entender la publicidad engañosa, es en los restaurantes de comida rápida

Objetivos de la publicidad engañosa

A través del uso de la publicidad engañosa se persigue, como su propio nombre indica, el engaño del público para que este forme una idea del bien o servicio alejada de la realidad. 

A la hora de llevar a cabo la campaña publicitaria se destacan determinados aspectos sobre el producto para llamar la atención del consumidor potencial y de esta manera aumentar el nivel de ventas. No obstante, esto se hace de manera desleal al poner de relieve ciertas características que no concuerdan con la realidad de lo que se ofrece en el mercado. 

Ejemplos de publicidad engañosa

Uno de los ejemplos más simples y útiles a la hora de entender esta práctica es en la publicidad de los restaurantes de comida rápida. En estos, se presentan hamburguesas muy apetecibles a la vista, de gran tamaño y con múltiples ingredientes. Luego, al pedir este producto en el establecimiento, la comparación entre la realidad y lo anunciado a menudo es desigual. 

También es entendida como publicidad engañosa la omisión de ciertos datos o características del producto.

Un ejemplo es anunciar un coche destacando múltiples extras y servicios que por defecto no se incluyen al comprar dicho coche. En este sentido, publicidad engañosa, ya que esto no se ha indicado en el espacio publicitario. 

publicidad engañosa

Formas de hacer publicidad engañosa

Existen numerosas formas de realizar una publicidad que resulte engañosa, están son las principales: 

  • Publicidad con términos que puedan significar diferentes cosas y lleven a confusión al comprador, alternando su percepción del producto. 
  • Utilizar fechas engañosas en forma de promociones para apremiar al cliente a tomar su decisión de compra y que luego este periodo de tiempo no sea finalmente tan corto y sea necesaria tanta urgencia. 
  • Omitir los costos adicionales del producto u otros datos importantes, o bien incluirlos de manera prácticamente oculta o ininteligible. Un claro ejemplo son aquellas ocasiones en las que no se incluye el importe del IVA en los precios finales de los productos. O no citar en contratos las cláusulas de permanencia, especialmente en telefonía móvil. 
  • No informar de productos complementarios y necesarios para el disfrute del bien principal, como por ejemplo en el caso de un decodificador en los servicios de televisión de pago. 

 

A menudo el empleo de publicidad engañosa es también una forma del perjudicar a competidores y rivales en un mercado, haciendo que un producto en cuestión destaque sobre sus competidores aprovechando campañas publicitarias de carácter engañoso y que afectan al poder de decisión de los consumidoresque optan por un producto que no se expone de manera sincera frente a otros equivalentes que probablemente se publicitan de forma leal y más cercana a la realidad. 

En ese sentido, es habitual en casi la totalidad de países del mundo una legislación consecuente y estricta con este tipo de prácticas de marketing y que se centran en la defensa de los intereses de los consumidores y rigen la competencia en los mercados. 

Tomado de: Economipedia

¿Cuándo se utiliza la Publicidad Engañosa?

Muchas personas tienen la percepción de que a través de la publicidad engañosa se logran compras rápidas de una sola vez, pero esta estrategia no funciona. No solo trae consigo muchas implicaciones éticas y escrupulosas por medio, sino perjudica la imagen de la empresa que la usa.

Muchos aplican a estrategias comunes como la nostalgia en la publicidad, esta, es un tanto más ético, pero bastante repetitiva.

La publicidad desleal quizás no sea la mejor estrategia para seguir, no solo por el impacto económico, sino por el riesgo latente de caer en una lista negra virtual. Cabe destacar que los clientes preferirán comprar cualquier otra marca a la que les intentó ver la cara.

5 marcas que han incurrido en publicidad engañosa

Volkswagen

Volkswagen se enfrentó a la peor crisis de su historia, cuando siendo el mayor fabricante de automóviles del mundo tuvo que reconocer que instaló un software para esquivar controles medioambientales en 11 millones de vehículos diesel de todo el mundo. El hecho le ocasionó no solo multas y caídas bursátiles sino un golpe bestial a su reputación.

 

Facebook
En 2016, el gigante de las redes sociales admitió que los datos que había enviado a los anunciantes sobre el tiempo promedio que los usuarios veían sus videos de publicidad, habían sido sobreestimados durante más de dos años. Facebook informó que había detectado un error y se trabajaba en corregirlo… al saberlo, envió un mail a todos sus clientes en los que indicaba lo siguiente:

Sabemos que una verdadera asociación con nuestros clientes no es posible si no hablamos de forma abierta y honesta, aún si se trata de nuestros errores…

Sin mencionar que también en algún momento anunció que su plataforma ya contaba con más views de videos que YouTube. Lo que no mencionó en aquel momento era que los views de Facebook medían retención del espectador por 3 segundos mientras que YouTube tenía un rango mucho mayor.

 

Red Bull

Aunque para muchos podría parecer evidente que no se trata de una poción para hacer que a las personas les broten alas de la espalda. En 2014, la marca Red Bull fue acusada de publicidad desleal por asegurar en su publicidad que beber este producto «te da alas», por lo que pagó una multa de 13 millones de dólares tras una demanda colectiva.

 

McDonald’s

En 2013, La Procuraduría Federal del Consumidor sancionó a la cadena de comida rápida con una multa de 684 mil 584 pesos y la orden de suspender la publicidad. La Cajita Feliz aseguraba la inclusión de fruta como postre, ya que contenía imágenes inexactas de la misma que inducían confusión entre los consumidores. Aunque el caso no parece tan grave, McDonald’s pasó a formar parte del grupo de marcas que han incurrido en publicidad engañosa.

 

CocaCola

La campaña 149 Calorías, lanzada por la marca en México en 2013 para aludir a que una botella de su bebida contaba apenas con esta carga calórica. La misma que podría eliminarse con actividades felices como bailar o sacar a pasear al perro. Esta causó una enorme polémica que desencadenó finalmente que fuera retirada y sancionada por Cofepris y Profeco por engañosa y representar un riesgo para la salud, de acuerdo con El Poder del Consumidor.

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